— Ya que andamos por ese camino, yo no puedo creer que mi vida gire en torno a un hombre. ¿En qué planeta permití que sucediera eso?
— Pero lo amas.
— ¿Eso implica decir su nombre 50 veces más al día que el mío? ¿Y preocuparme más por sus necesidades que por las mías? ¿Eso es amor? ¿Poner al otro primero?