Los amores de verano terminan por todo tipo de razones, pero al fin y al cabo todos tienen algo en comun: son estrellas fugaces. Un espectacular momento de luz celestial, una esfimera luz de la eternidad que en un instante se van. El mejor tipo de amor es aquel que despierta el alma y nos hace inspirar a mas, nos enciende el corazon y nos trae paz a la mente. Eso es lo que tu me has dado y lo que esperaba darte siempre. Te quiero y ya nos veremos. ¿Te quedarías conmigo? ¿Quedarme contigo? ¿Para qué? Míranos, ya estamos peleando. Pues, eso es lo que hacemos. Peleamos. Tú me dices cuando soy un hijo de **** arrogante y yo te digo cuando eres una pesada insoportable. Lo cual eres 99% del tiempo. No me importa insultarte. Me lo devuelves al instante, y regresas a hacer la misma ******. Entonces, ¿qué? Así que no será fácil, será difícil. Y tendremos que echarle ganas cada día, pero quiero hacerlo, porque te quiero. Quiero todo de ti, para siempre, tú y yo, cada día. ¿Harás algo por mí? ¿Por favor? Imagina tu vida. 30 años de hoy, 40 años de hoy, ¿cómo se ve? Si es ese tipo, pues, vete. Vete. Te perdí una vez, creo que lo podría hacer de nuevo si supiera que es lo que realmente quieres. Pero no tomes el camino más fácil. ¿Cuál? No hay manera fácil, no importa lo que haga, alguien se lastima. Deja de pensar en lo que quiere todo mundo. Deja de pensar en lo que quiero yo, en lo que quiere él, o lo que quieren tus padres. ¿Qué quieres tú? ¿Qué quieres tú? No es tan sencillo. ¿Qué quieres? No es tan... Carajo, ¿qué quieres? Tengo que irme. ¿Has amado alguna vez a alguien hasta llegar a sentir que ya no existes? ¿Hasta el punto en el que ya no te importa lo que pase? ¿Hasta el punto en el que estar con él ya es suficiente, cuando te mira y tu corazón se detiene por un instante? Yo sí...